Olivia lleva diez años entregada a su marido y sus hijas. Vive en una bonita casa de un apacible barrio situado en un pueblo del estado de Nueva York y piensa que la felicidad es eso que le permite dormir tranquila por las noches.

Y de pronto una mañana todo su mundo salta por los aires dejándola sin certezas y con todos sus miedos intactos.

Niall es un fotógrafo de guerra que tendrá que renunciar a lo que ha sido su vida hasta ahora para ocuparse de una responsabilidad mucho más importante y difícil.

Los caminos del amor son inescrutables y nadie sabe por qué le gusta tanto a cupido poner trampas insalvables.